1ªLct.Job.38,1.8-11:Se romperá la arrogancia de tus olas
Sal.106,23-24.25-26.28-29.30-31:Dad gracias al Señor,porque es eterna su misericordia.
2ªCo,5,14-17:El que vive con Cristo es una criatura nueva
Evangelio:Mc.4,35-40:¿Quién es éste?
La mente clara de Job toma una inquietud de su corazón humano que se sobrecoge ante el espectáculo de la naturaleza y formula una pregunta:¿Quién la hizo?¿Quién la creó? Y en esta misma pregunta en la que implícitamente reconoce sus propios límites y los de la naturaleza:»aquí se romperá la arrogancia de su olas»,da cauce a una respuesta que llega de la trascendencia.Es una respuesta dirigida a la razón y al corazón de manera divina.
El hombre,en realidad,no inventa,ni crea.El hombre a-divina,toma de la mente de Dios y la recrea con su obras.
¡Qué hermosa es la expresión del salmista:EL CIELO PROCLAMA LA GLORIA DE DIOS Y EL FIRMAMENTO PREGONA LA OBRA DE SUS MANOS.Conntemplaron las obras de Dios ,sus maravillas en el océano.
Este mundo maravilloso que Dios ha creado y ha encomendado prolongar y recrear al hombre, también se muestra amenazante.Hoy los científicos nos hablan de «falta de ozono»,»calentamiento global»»peligro de desnaturalización » Son campos importantes en los que -sin ideologización- ha de implicarse la inteligencia yel ingenio humanos…Es buena la aportación de la ciencia y la técnica guiadas por una sana ética,según la cual no todo lo que «se puede hacer» «se deba hacer».
A pequeña escala, aprendemos que no se ha de maltratar a la naturaleza .Hemos de cuidar la naturaleza,la salud,la higiene.
Revisaremos todas aquellas actitudes que,sin motivo,agreden a la naturaleza, y criticaremos todo desarrollo que no vaya en beneficio de todos,especialmente de los más humildes.
Nos ha dicho S.Pablo:»No valoramos a nadie por ctietrios humanos».El que vive con Cristo es una criatura nueva y su estilo de vivir es la novedad.No tenemos aquí la ciudad definitiva.Aunque comprometidos con esta tierra «somos ciudadonos del cielo».
Ante la crisis de la vida y de la muerte,de la enfermedad y la pobreza.Ante tantas situaciones humanas difíciles también el creyente se siente tentado a formulr a Jesús esta pregunta:¿No te importa que nos hundamos?.Jesús enfrentándose a la tempestad responde:¡Silencio¡¡Cállate¡ y dirigiéndose a los dicípulos¿Por qué sois tan cobardes¡
Se quedaron espantados,admirados ante la revelación de aquel hombre divino y reonocieron prpegupntándose¿Quién es Este?
También hoy, volviéndonos a Jesús, lo miramos y lo escuchamos pues la luz y amor ,de su presencia tan humana y cercana,suscita en nuestro corazón una pregunta:¿Quién es Este?
Señor,concédenos caminar y vivir en el respeto de tu santo nombre, pues no dejas de dirigir a quienes estableces en el sólido fundamento de tu amor.